No basta con mantener las plantas limpias de restos secos o marchitos, también es muy importante conservar bien limpios los contenedores. En primer lugar debemos lavar las macetas. Si quieres reutilizarlas no hay ningún problema.
Luego de retirarles bien la tierra adherida, lávalas con agua y un poco de detergente, frotando a la vez con un cepillo o un estropajo. En segundo lugar cepilla la base. Las macetas en el exterior acumulan mucha suciedad. Además el frío, el polvo y la humedad favorecen la formación de moho.
Repasa las paredes con un cepillo de púas, sobre todo la base. En tercer lugar libera el drenaje, con el tiempo, la tierra se compacta y termina por taponar la salida de agua. No hace falta sacar la planta para solucionarlo, introduce un palo y ahueca el sustrato.
Por último repasa la tierra. Usa un pequeño rastrillo y retira los restos secos que han depositado en la base. Además de detectar plagas en la tierra, el agua de riego llegará mejor a las raíces
Luego de retirarles bien la tierra adherida, lávalas con agua y un poco de detergente, frotando a la vez con un cepillo o un estropajo. En segundo lugar cepilla la base. Las macetas en el exterior acumulan mucha suciedad. Además el frío, el polvo y la humedad favorecen la formación de moho.
Repasa las paredes con un cepillo de púas, sobre todo la base. En tercer lugar libera el drenaje, con el tiempo, la tierra se compacta y termina por taponar la salida de agua. No hace falta sacar la planta para solucionarlo, introduce un palo y ahueca el sustrato.
Por último repasa la tierra. Usa un pequeño rastrillo y retira los restos secos que han depositado en la base. Además de detectar plagas en la tierra, el agua de riego llegará mejor a las raíces
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